Qué saber sobre las adicciones
Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un aumento del 26% respecto a la década anterior.
La cifra aumenta considerablemente si incluimos el alcohol o el tabaco.
La dependencia a sustancias tiene un origen multifactorial: intervienen factores ambientales, biológicos, genéticos y psicosociales.
El uso y abuso de sustancias como el alcohol, la cocaína o el cannabis está asociado con numerosos trastornos mentales y de conducta de diversa índole como agresividad, depresión, ansiedad, e incluso cuadros psicóticos en los que hay una pérdida de contacto con la realidad además de tener consecuencias sociales negativas como conflictos familiares, rupturas sentimentales, problemas laborales y económicos, conductas de riesgo, etc.
En otras ocasiones, la adicción no es a sustancias sino a conductas, como por ejemplo el juego patológico, ludopatía.
Por otra parte, numerosos estudios también muestran una mayor prevalencia de consumo de sustancias en personas con trastornos mentales tales como la depresión, la ansiedad, el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), los trastornos de personalidad, el trastorno bipolar, etc.
Nuevos tiempos, nuevas adicciones
El avance de las nuevas tecnologías ha dado pie a la aparición de nuevas conductas adictivas en las que la sustancia que se consume es algo intangible como internet, redes sociales o juegos online a través de dispositivos técnicos como móvil, tablet, consola o el ordenador.
En 2009 conocimos el término nomofobia, que hace referencia al miedo irracional a estar sin teléfono móvil.
Las personas que lo sufren presentan sudoración abundante, nerviosismo e intensa ansiedad cuando no llevan su teléfono móvil.
Esta dependencia o adicción al móvil condiciona, limita y complica el ritmo de vida del afectado así como el de su entorno.
Aunque aún el término nomofobia no está declarado oficialmente como desorden mental, en las consultas psiquiatras ya se trata como una adicción por los síntomas y comportamientos que reflejan.
Otra de las nuevas patologías es el trastorno por videojuegos.
En Febrero de 2022 la OMS sumaba a su manual de desórdenes mentales el uso de los videojuegos, pasando a ser oficialmente considerado como un trastorno debido a los comportamientos adictivos que conlleva.
Se trata de la pérdida total de control sobre el juego, siendo éste el que domina la vida del jugador, haciendo que pierda el equilibro y el orden en su vida o rutina.
Cuando alguien tiende a jugar más tiempo del que había planeado en principio, si por jugar deja de poner atención en su cuidado personal (comer menos o peor, descuidar su imagen o higiene), no hace otras actividades como tareas escolares, laborales, no cumple sus compromisos sociales, o piensa en el juego incluso cuando está realizando otras tareas, podría tener un trastorno por videojuegos.
Tengo amplios conocimientos y experiencia en tratar estas patologías y además, tratamientos como la terapia cognitivo conductual, han demostrado buenos resultados.
Si crees que estás pasando por alguna de estas adicciones o piensas que alguien de tu entorno puede estar sufriéndolo, pide cita ya.
Patología dual… ¿qué es?
En el campo de la Salud Mental, hablamos de Patología Dual cuando queremos referirnos a aquellas personas que sufren de una adicción al consumo de sustancias psicoactivas, junto con un trastorno mental.
¿Cómo ayudo a personas con patología dual?