Nuestra mente, por lo general, está siempre llena de ideas y pensamientos que nos dificultan ver lo que tenemos delante.
Y esto es normal, la mente divaga.
Además, solemos llevar un ritmo de vida frenético, sin pausas y por ello la mente se encuentra en un estado de diálogo interno constante («mente errante») en vez de en un estado de serenidad o calma.
Esa mente errante o divagatoria dificulta la vivencia del presente y llega a tener sus implicaciones.
Las claves del Mindfulness, en un contexto de ayuda, pueden resumirse en tres puntos:
➣ TOMA DE CONCIENCIA
Es un despertar, un darnos cuenta de nosotros mismos, de nuestros pensamientos, nuestras sensaciones y nuestras acciones.
Saber si lo que estamos viviendo va a acorde con lo que queremos, si nos da tranquilidad o por el contrario, nos inquieta.
Es poner orden en lo que pasa por nuestra mente.
➣ VIVIR LA EXPERIENCIA PRESENTE
Es el momento de ser y estar, percibir y analizar nuestra toma de conciencia.
Entender cómo nos sentimos, si nos da paz o nos perturba.
Es llegar al origen de esas emciones, entender porqué nos hacen sentir así.
Otorgarnos el permiso de experimentar e incluso de sufrir.
➣ INTEGRAR LA ACEPTACIÓN SIN JUICIO
Este paso tiene mucha importancia.
Una vez que hemos tomado conciencia y hemos vivido aquello que hemos experimentado, nos queda recibir todo ello sin oposición.
No buscar razones, no condenar. Aceptar lo que es.
No es resignarse, es verlo todo desde la perspectiva que nos ayude a afrontar o cambiar aquello que no nos hace feliz.