¿Necesitas saber más para decidirte?
¿O estás nervioso porque no sabes cómo será tu primera consulta?
Lo entiendo.
Si nunca has venido a mi consulta, ni yo te conozco, ni tú a mí.
Es difícil elegir psiquiatra sin saber más de lo que pone en una web o sin entender realmente en qué consistirá tu primera consulta conmigo. Por eso, quizás, esto te interese.
Voy a explicarte cómo será cuando vengas por primera vez a mi consulta y así quitarte el miedo o el nerviosismo que puedas tener antes de la cita. Contarle tu malestar a un desconocido no debe ser fácil, y por eso quiero ayudarte a que te sientas lo más cómodo/a posible desde el principio, incluso antes de venir a verme.
Primera parte.
Cuando pases a mi consulta, nos presentaremos y te animaré a sentarte. Cerraré la puerta para que tengas intimidad. Puedes pasar solo/a o acompañado, como te sientas más cómodo/a. Más adelante, ya recomendaré si es mejor que nos veamos a solas, o no.
Una vez dentro, verás que tengo agua, por si te apetece en algún momento, y aire acondicionado para que haya una temperatura agradable. Si lo prefieres, podemos abrir la ventana. También hay pañuelos a tu disposición. Siéntete libre de pedir lo que necesites, porque lo importante es que estés lo más cómodo/a posible.
A partir de ahí, nos pondremos a charlar. Ese será tu momento para que me expliques qué te pasa, y qué te ha animado a pedir cita conmigo. En algunas ocasiones, ha sido la familia o la pareja los que han empujado al paciente a pedir cita. Me lo puedes decir también, ¡no pasa nada! De hecho, ocurre con cierta frecuencia que son los demás los que notan que necesitamos ayuda. Si es tu caso, no tengas reparo en decírmelo.
Tómate tu tiempo y cuéntame con tus propias palabras cómo te sientes, desde cuándo te pasa…y en definitiva por qué estás en mi consulta, o en qué crees que te puedo ayudar.
Te daré el tiempo que necesites, y poco a poco, yo también haré algunas preguntas con el objetivo de ampliar la información que considere relevante.
Además de ahondar sobre tu salud mental, te preguntaré cosas sobre tu vida para conocerte un poco mejor: si vives solo/a, si tienes pareja o hijos, amistades, si trabajas o si estás estudiando, te preguntaré un poco sobre tu familia, sobre si tienes algún hobby o inquietud…De esta forma, podré ponerte en contexto mucho mejor, tratar de ponerme en tu lugar, y conocerte algo más.
Como médico, también recopilaré información sobre tu historial clínico: si tienes alguna enfermedad crónica, si sufres de alguna dolencia o te han operado de algo, así como si tomas tratamiento, ya sea para tu salud mental o física. Esto último es importante, de forma que si no te sabes de memoria lo que tomas y sus dosis, recuerda traerlo anotado para que pueda echarle un vistazo, por favor.
Cuanto más sincero/a seas, mejor podré ayudarte. No tengas reparo en contarme lo que sea: recuerda que no estoy para juzgarte, sino para intentar ayudarte. Y recuerda también que te ampara el secreto profesional, que es otra forma de decir que no puedo ir por ahí contando tus cosas.
Segunda parte.
Una vez recopilada toda la información, te explicaré mis impresiones, razonamientos, y lo que considero que te puede ir bien para encontrarte mejor, y el por qué.
Considero que es muy importante hacerte partícipe de este proceso, y no simplemente imponerte un tratamiento sin darte explicaciones. Al final, se trata de que tú y yo formemos un equipo para ayudarte a mejorar. Por eso mismo, es fundamental que entiendas bien por qué propongo una cosa y no otra. Así pues, no te quedes con ninguna duda: si te surgen cuestiones o inquietudes, puedes planteármelas en cualquier momento.
Tercera parte.
Una vez hayamos valorado todo lo anterior, acordaremos un plan de tratamiento.
Ese plan de tratamiento te lo entregaré por escrito para que no tengas que preocuparte en memorizar nada.
No siempre hace falta medicación, que es una duda que muchos tenéis. Pero si es necesaria, te explicaré lo que necesites saber sobre el tratamiento: el porqué de ello, los efectos beneficiosos que espero encontrar, el tiempo que tardaría en hacer efecto, los posibles efectos secundarios esperables y qué hacer si aparecieran, etc. Este es uno de los motivos por los que es especialmente importante que, si tomas alguna otra medicación, me la digas, ya que a veces los fármacos interaccionan entre ellos, y hay que tenerlo en cuenta por si hubiera que evitar alguno, o ajustar dosis. Pero un plan de tratamiento no es solo prescribir medicamentos (si es que hicieran falta).
El plan de tratamiento incluirá otras recomendaciones que se consideren importantes para alcanzar nuestro objetivo hacia tu mejoría. Por poner algunos ejemplos, esas recomendaciones pueden ir desde cambios en el estilo de vida, lecturas, técnicas de respiración, mindfulness, cambios dietéticos, recomendaciones para dormir mejor… a técnicas para aprender a comunicarte mejor con tus familiares, amigos, tu jefe…
Si considero que es necesario hacer un estudio médico aparte, o un test neuropsicológico, por supuesto también te lo diré y recomendaré. Por ejemplo: una analítica, una revisión por parte de un endocrino, o de un neurólogo, un test de personalidad… Si fuera necesario, te haré el informe correspondiente con la petición de analítica o la sugerencia de derivación.
Cuarta y última parte.
Te entregaré tu hoja con el plan de tratamiento que hemos acordado por escrito. Ahí además tendrás la fecha de tu próxima revisión, y mi contacto por si necesitas algo antes de la próxima visita.
Información complementaria
Si el paciente es menor de edad, deberá venir acompañado de uno de sus progenitores o tutores. Para cualquier intervención más allá de la evaluación (es decir aquello que ya incluya un tratamiento, o una terapia…), será necesario el consentimiento de ambos progenitores en caso de que estén separados y se trate de un menor de 16 años, tal y como exige la Ley española. Para el abordaje de los menores de edad, a menudo me apoyo de un gabinete psicopedagógico en el que trabajan varios psicólogos de mi confianza.
Los pacientes tienen mi contacto por email o el del centro por si tuvieran cualquier duda que no pudiera esperar a la próxima visita. Respondo emails o atiendo llamadas a la mayor brevedad posible. Sin embargo, debido a mis compromisos tanto laborales como personales, es posible que en ocasiones pueda tardar unos días en contestar. Por ello, aquellos pacientes que tengan una emergencia deberán contactar con el servicio de urgencias.