Categoría: Actualidad, Ansiedad, Psiquiatría
Etiquetas: #comportamiento, #estudios, ciberacoso, comportamientos negativos
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Un estudio en población china universitaria ha examinado la relación entre haber sufrido ciberacoso y convertirse luego en ciberacosador. Parece que dicha conexión existe, fenómeno al que se conoce como la «reversión del mal«.
Según el estudio, dicha relación está influenciada por dos factores clave:
Rasgos Insensibles: Los estudiantes con rasgos insensibles (frialdad, indiferencia, falta de empatía), tienen más probabilidades de pasar de ser víctimas a perpetradores de ciberacoso.
Moralidad en Internet: Los valores y principios de comportamiento que guían las actividades en internet de un sujeto (percepciones éticas cibernéticas, emociones e intenciones en relación a cómo interactuamos y nos comportamos en el mundo digital. Es decir: cómo aplicamos nuestros principios y valores al comportamiento online) también influyen.
El autor del estudio propone medidas para romper este ciclo y reducir el riesgo de que ocurra la «reversión del mal».
Entre ellas se incluyen:
Regular el discurso online e implementar un sistema de nombres reales para las comunidades en línea.
Fortalecer la rendición de cuentas y la responsabilidad de los usuarios por sus acciones online.
Establecer un sistema de alerta temprana y monitoreo en plataformas de Internet para proteger la salud del ecosistema online.
«El ciberacosador de hoy podría ser la víctima de mañana, y viceversa».
Esta reflexión nos invita a repensar cómo navegamos por el mundo digital y cómo podemos construir comunidades más seguras online.
¿Qué podemos pensar sobre estos hallazgos y propuestas? ¿Podemos o debemos controlar los comportamientos negativos en internet? Y más aún, ¿se puede identificar a los autores de las distintas publicaciones que se realizan online?
Resulta complicado, pero quizás sí que haya que plantearse que, del mismo modo que se nos puede hacer legalmente responsables de nuestro comportamiento en la calle, deberíamos ser responsables de nuestro comportamiento online, puesto que sus repercusiones pueden ser igualmente negativas, o incluso más graves (al tener un mayor alcance y duración en el tiempo).
El estudio completo:
https://www.frontiersin.org/…/fpsyg.2024.1326237/full